Gracias a la Fundación Privada Daniel Bravo Andreu, participamos  en la humanización de la nueva Unidad de Fibrosis Quística en el Hospital Universitario Vall d’Hebron.

La nueva infraestructura, única en Europa, ha sido diseñada para mejorar la eficacia y el confort en la atención a los pacientes.

Una de las características más novedosas de la unidad, es el doble corredor para adultos y niños. Este espacio impide que los enfermos se crucen entre ellos, evitando así los riesgos de exposición. Un diseño único en Europa para prevenir infecciones que queda reforzado con otro aspecto innovador. El paciente, sea adulto o pediátrico, llega a su consulta y ya no se mueve. Y son los diferentes especialistas los que van cambiando de consulta. De este modo, se evita que los pacientes se crucen en los pasillos y proporciona a los profesionales un aumento de eficacia para llevar a cabo sus tareas. La unidad supone un centro de referencia en España, tanto por volumen de pacientes como por su capacidad de atención. 

La humanización de este espacio de doble pasillo debía contemplar tanto el tratamiento pediátrico como el adulto, y también la señalización debía contemplar señales para los pacientes pediátricos que son tratados en esta unidad. En este caso, las señales están colocadas a su altura visual y los nombres de los espacios están pensados para que se minimice el miedo o el impacto ante determinados a los tratamientos y para que puedan llamar a los profesionales de manera cercana.

Toda la gráfica especialmente diseñada para este espacio recoge ilustraciones de África tal y como corresponde con el Manual de Identidad y Humanización diseñado por Chispum Studio.

Una propuesta que combina la gráfica ambiental con elementos pedagógicos sobre animales, hábitat, costumbres, juegos y canciones para diseñar una nueva experiencia de usuario en entornos sanitarios.